PLATAFORMA CIUDADANA POR LA SANIDAD PÚBLICA
Diferentes colectivos sociales y personas a título individual
de la ciudad de Huesca, nos hemos reunido para llevar a cabo una movilización
por la sanidad pública. La crisis del coronavirus ha destapado la situación del
sistema sanitario y socio-sanitario en el Estado español, dando la razón a 20
años de reivindicaciones y denuncias: LAS POLÍTICAS DE PRIVATIZACIÓN Y RECORTES
MATAN. Todo ha acabado en un espectáculo dantesco: atención primaria sin medios
para contener la epidemia, hospitales colapsados y con recursos insuficientes,
profesionales agotados que se han enfrentado a la pandemia en condiciones
lamentables y obligados a elegir a quién intentaban salvar la vida por falta de
respiradores, residencias de ancianos donde los infectados y las muertes sin
atención han sido la tónica general, centros de menores, salud mental, cárceles
y CETIs de los que ni se habla. Los datos hablan por sí mismos: las CCAA más
afectadas durante la pandemia son aquéllas donde la sanidad ha sido más
recortada y privatizada.
El sistema nacional de salud, tan debilitado, desde la
entrada en vigor de la ley 15/97 y las privatizaciones, no se hubiera sostenido
sin el esfuerzo sobre humano de sus trabajadores/as. Hemos perdido muchas
vidas, en su mayoría de gente mayor. Personas que habían estado toda una vida
dedicada al trabajo. Procurando que los que vinieran después tuvieran, por lo
general, una mejor calidad de vida. Por eso, no podemos olvidarnos de los que
con su esfuerzo nos intentaron dejar un mundo mejor.
Somos ahora, nosotros y nosotras los que hemos visto que la
única manera de que esto no pueda volver a repetirse es volviendo a tomar las
calles. Con prudencia y prevención, pero con muchas ganas de que se enteren los
que privatizan, que en frente tienen un pueblo que quiere una sanidad pública
que garantice unos cuidados de la mejor calidad. Solo así, podremos avanzar
como sociedad y presumiremos de tener la mejor sanidad del mundo.
Por lo tanto, consideramos que la situación actual derivada
de la pandemia ha puesto de relieve tres cosas que no podemos dejar pasar. La
primera, ha sido la gran cantidad de solidaridad que ha habido por parte de
toda la población. Protegiéndose a sí misma y al resto de conciudadanos. Dando
una lección de humildad, solidaridad y saber estar. Y así, poder salir de esta
situación cuanto antes. En segundo lugar, pero igual de importante, el
agradecimiento a todos los profesionales sanitarios. Desde el personal médico a
limpieza. Gracias a su compromiso, sacrificio y vocación de servicio a los
demás, han hecho que la pandemia no se cebara con más personas aún. Y la
tercera, la huída de las empresas privadas para atender sus propias
responsabilidades, que más pronto que tarde, tendrán que hacerse responsables
por las negligencias cometidas.
No podemos volver a la normalidad porque la normalidad era el
problema. Los de siempre querrán hacer tabla rasa y volver a la situación
previa, con el sistema de salud desmantelado. En junio de 2019, según cifras
oficiales convenientemente maquilladas, casi 700.000 personas esperaban cita
para una intervención quirúrgica y 2.400.000 esperaban la primera consulta con
el especialista. Mientras tanto, seguros y centros privados (esos que desaparecieron
durante la pandemia y ahora reclaman contrapartidas económicas), no han parado
de crecer y hacer caja a nuestra costa. Queremos que el dinero se invierta en
interés de todos y todas, en nuestro beneficio y para la atención que todos y
todas merecemos. Y sabemos que hay dinero. El Estudio
"Atención a la dependencia en España" de 2018
financiado por el Instituto de Estudios Fiscales (IEF), demuestra que si se
administraran mejor los recursos, el Estado podría recuperar prácticamente toda
esa inversión extra que se hace a las empresas privadas de sanidad. Lo que no
ha habido es voluntad política para defender a la gente y molestar a los fondos
de inversión, a la industria militar, a las fuerzas armadas, a la corona y sus
comisiones, a las corporaciones energéticas, constructoras, financieras ... que
parasitan todos y cada uno de nuestros derechos, a sus crímenes, sus chantajes
y sus paraísos fiscales. Ocurrió con la estafa de la crisis anterior y no puede
volver a ocurrir ahora.
Por un sistema sanitario centrado en las personas. Por una
salud que ponga la vida en el centro. Porque la privatización mata y las
desigualdades también.
Por lo tanto, exigimos como plataforma ciudadana por la
sanidad pública que:
- Se derogue la ley 15/97 que impediría la gestión privada de
la sanidad y los servicios sociosanitarios públicos, y el artículo 90 de la Ley
General de Salud, que permite, mediante los “conciertos” la parasitación del
sistema público.
- La creación de una industria sanitaria y farmacéutica
pública. La investigación, fabricación, distribución y dispensación de
medicamentos deberán estar sometidas a la planificación estratégica del Sistema
Nacional de Salud. Puesta en marcha de los estudios necesarios para desarrollar
una industria sanitaria para aquellos elementos esenciales dentro del SNS:
material de protección (mascarillas, EPIs, etc.), respiradores, test
diagnósticos
- La derogación del Real Decreto 16/2012. Sanidad gratuita y
universal. Sin discriminación. Exigimos que nos sea devuelto el derecho robado
a la salud y se
implante de manera inmediata una sanidad pública, universal,
gratuita en el momento del uso, de calidad para todos y todas, sin requisitos
ni excepciones, incluidas las personas migrantes en situación irregular.
- Que se potencie la Atención Primaria: por un modelo de
prevención y promoción de la salud. Cómo mínimo, el 25% del presupuesto
sanitario incluyendo la atención integral a la reproducción y a la sexualidad,
así como atención odontológica y gerontológica.
- Servicios socio-sanitarios 100% públicos (residencias,
centros de día, servicios de ayuda a domicilio...). Cuidados y trato digno para
las personas mayores. La tendencia de envejecimiento poblacional, la falta de
oferta pública y una legislación que favorece la privatización de los servicios
socio-sanitarios han convertido la atención y el cuidado a la tercera edad en
un sector dominado por criterios de rentabilidad.
- Por una salud centrada en los determinantes sociales: la
privatización mata y las desigualdades también. Proponemos el establecimiento
del “Principio de Precaución” como un principio fundamental de la acción
sanitaria en todos sus niveles. Para no seguir actuando solo sobre los
síntomas, sino sobre las causas, porque debemos “prevenir lo que no sabemos
curar.
- La Creación del nuevo Centro de Salud en el antiguo solar
de la cárcel de Huesca. Que albergue las demandas sanitarias del barrio y se
dote de una infraestructura de calidad.
¡ NUNCA MÁS MUERTES EVITABLES !