Este 6 de agosto ponte una pajarita y recuerda a Ramón Acín
El recién creado grupo de memoria histórica, Ateneo Paco Ponzán, formado por una veintena de profesores e historiadores, organiza una serie de actos en memoria de Ramón Acín
Homenaje a su figura
Se cumplen 84 años de su asesinato. Para recordar a Ramón, desde el recién creado grupo de memoria histórica quieren rememorar la acción de Paco Ponzán mezclando lo analógico y lo virtual. Piden a la gente que lleve una pajarita de papel en la solapa o que la deje en la terraza de un bar o en su mesa de trabajo. Desde el mundo digital piden difundir y usar la imagen que adjuntan en los perfiles de las redes sociales como WhatsApp y Telegram; para la red social Facebook han creado un marco específico que se puede encontrar poniendo el nombre del artista oscense. También animan a llevar lápices de colores a su tumba en el cementerio de Uesca. "Cualquier acto por pequeño que sea es válido para recordar a Ramón Acín", añaden.
Desde el Ateneo Paco Ponzán han invitado a las distintas asociaciones memorística de Aragón, así como a organizaciones políticas como Podemos e IU que en la capital oscense han confirmado su participación, así como las organizaciones sindicales CNT y CGT.
Estas organizaciones instalarán una mesa informativa en los Porches del centro de la ciudad oscense durante los días 5 y 6 en horario de mañana y tarde para acercar a los y las oscenses la figura de Acín y donde se podrán adquirir camisetas y mascarillas con los pajaritos de Acín. Por su parte, Aragón TV les ha confirmado que el viernes 7 de agosto emitirá el documental de Emilio Casanova 'Tiza en los bolsillos. Ramón Acín, el incorregible hombre bueno'.
Ramón Acín, anarquista, maestro, periodista y artista nació en Uesca un 30 de agosto de 1888 y fue cruelmente asesinado por el fascismo el 6 de agosto de 1936. Su vida en la capital oscense transcurre entre sus clases, su dedicación al arte y su militancia en la CNT que le costó cárcel, exilio y finalmente su muerte y la de su mujer.
Hoy en día se le recuerda más vinculado a su obra artística, tanto pictórica como escultórica, que a su vida militante. Pero ni su obra ni su magisterio podrían entenderse plenamente al margen de su implicación en el movimiento libertario.
El 18 de julio de 1936, como representante de la CNT, fue una de las personas que fueron a reunirse con el Gobernado de la capital oscense para pedir armas y lealtad a la República. Con falsas promesas se retiró a su domicilio. La traición y mentiras del Gobernador harían que Uesca cayera en manos fascistas al día siguiente. Ramón se vio obligado a esconderse en un hueco tras un armario junto a su mejor amigo Juan Arnalda. Cansado de ver cómo los falangistas maltrataban a su mujer en busca de información sobre su paradero, Acín tomó la resolución de entregarse. Antes, le dibujó a Arnalda un bigote para que pudiera escapar camuflado en la noche. Arnalda murió en Francia en 1977; Acín, en las tapias del cementerio de la capital oscense unos días después, el 6 agosto de 1936.
Años después, al ser exhumado, encontraron sus lápices de colores en la chaqueta de pijama que llevaba puesta cuando fue detenido y ejecutado. A pesar de haberse entregado para evitar las torturas a su mujer, Conchita Monrás, los falangistas también se la llevaron detenida y fue asesinada el 23 de agosto junto a otras 94 personas.
Ramón fue una persona querida y recordada. Fue un gran artista, autor de importantes obras escultóricas y pictórica. Una persona generosa que donó su premio de lotería a su amigo Luis Buñuel para que lo invirtiese en su película 'Las Hurdes'. Un gran maestro que dejó una huella profunda entre sus alumnos y alumnas, en especial en Francisco Ponzán, héroe durante la II Guerra Mundial. Paco homenajeó a su manera a su maestro y amigo: en noviembre de 1941 se infiltró junto a otros compañeros en Barcelona y llevaron a cabo una acción en recuerdo de Acín y Durruti repartiendo decenas de pajaritas para que los y las barcelonesas se las pusieran en la solapa.
Las Pajaritas es quizá el monumento más conocido de Ramón, erigido en el Parque de Uesca el año 1929. Cuando el autor supo de la intención del Ayuntamiento de construir un parque en la ciudad, escribió lo siguiente: "Las aguas, las escuelas, los árboles. He aquí los tres problemas capitales de la ciudad. Todo para los niños, la higiene, la cultura, la alegría y la salud. Los niños son la única esperanza de un mañana mejor". Las Pajaritas sobrevivieron a la guerra y la dictadura y siguen presentes hoy en día en el Parque.
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